Cómo ser amabale contigo mismo

Meditación, Mindfulness

Cómo ser amabale contigo mismo

Hoy te quiero hablar de la importancia de tratarnos y aceptarnos con generosidad, pues en demasiadas ocasiones somos demasiados duros con nosotros mismos. Ante una equivocación podemos decirnos cosas como: “seré tonta”, “nunca lo vas a hacer bien”, “la has vuelto a cagar”, “no sirvo para nada”, etc. Cosas que no decimos a otros o que no toleraríamos de los demás. Nos convertimos en nuestros peores jueces, duros e implacables.

La inseguridad, la ansiedad y la depresión son muy comunes en nuestra sociedad. En gran parte, se deben a los juicios negativos hacia nosotros mismos, al maltrato al que nos sometemos cuando sentimos que no somos como “deberíamos”.

Ser duros y críticos con nosotros mismos cuando nos equivocamos no sirve de nada. Nos desmotiva, nos hace perder la fe y aumenta el miedo a fallar. Si nos criticarnos cuando lo pasamos mal aumentamos nuestro malestar. Al padecer ansiedad, ira, envidia, tristeza o cualquier otro estado negativo, podemos verlo como algo inadecuado que no deberíamos experimentar. Rechazándolo y sintiéndonos culpables.

Una buena solución es dejar de juzgarnos como buenos o malos y aceptarnos con generosidad. Tratarnos con la misma amabilidad, cariño y compasión que mostraríamos hacia un buen amigo.

Y de ahí la importancia de la compasión hacia uno mismo, llamado “autocompasión”

La autocompasión es acallar el crítico interno y remplazarlo por una voz de apoyo, comprensión y cuidado por uno mismo. En otras palabras, tratarnos con el mismo tipo de compasión que mostramos por otras personas.

Cómo ser más amable contigo mismo

Para desarrollar la autocompasión, la amabilidad hacia nosotros mismos, debemos practicar, como todo. Yo te propongo 4 formas para ir mejorando:

  1. Con una meditación de autocompasión para practicarla de vez en cuando. Suele gustar mucho a los alumnos cuando la practicamos.
  2. Con una breve meditación de menos de dos minutos, pausa autocompasiva. Para darnos apoyo y comprensión en cualquier momento del día que lo estemos pasando mal o nos estemos criticando.
  3. Escribiendo una carta, dirigida a ti, expresando compasión por un aspecto de ti mismo que no te gusta.
  4. Cambiando la voz crítica con la que te hablas en el día a día por una voz amable de apoyo y comprensión. Por ejemplo:
    • Date cuenta cómo te hablas a ti mismo. ¿Qué tono de voz utilizas? ¿Te dices cosas como: “no soy suficientemente bueno/a” o “Has perdido esa oportunidad laboral porque tenías que habar en público eres un/a cobarde? ¿Así nunca avanzarás”
    • Dile a tu yo crítico, o a tu voz crítica: “Sé que estás decepcionado, pero me estás causando dolor”.
    • Replantea la crítica. Sustituye al crítico interno por una voz de apoyo, comprensión y cuidado, por una voz más amable. Te puedes decir: “Te dejaste llevar por los nervios. Sé que puedes hacerlo. Vamos a dar un paseo y pensar las estrategias para aceptar y hacer la próxima invitación a hablar en público”
    • Acaricia tu brazo de una manera amable, aunque no te apetezca, puede ayudarte a ser más autocompasivo.

Te dejo este sencillo, pero potente corto de 5 minutos escrito por la psicóloga noruega Anne Hilde Vassbø Hagen con input de Leslie Greenberg y Paul Gilbert refleja los efectos psicológicos de la voz crítica y también los beneficios de cultivar una voz compasiva interior (el “Yo Compasivo” de la Terapia Centrada en la Compasión, CFT). Esta voz alternativa no solo puede ofrecer a la persona una perspectiva distinta que tiene gran calidez y motivación de cuidar, sino que también tiene la fortaleza interior de enfadarse constructivamente y poner límites asertivos al abuso que viene desde afuera y desde dentro.

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